Tres testimonios de la Vida Consagrada declaran aquí estoy, señor, hágase tu voluntad

Madrid, 7 de febrero de 2024 (IVICON); El pasado martes 6 de febrero tuvo lugar un coloquio online con motivo de la XXVIII Jornada de la Vida Consagrada, que este año, bajo el lema ‘Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad’, pone de manifiesto el don de la Vida Consagrada desde la experiencia evangélica de María.  

En esta ocasión, participaron en la charla el fraile dominico Jesús Mª Galdeano, vicario para la Vida Consagrada de Pamplona; la hna. Mª Teresa Pandelet, de las clarisas de Ávila; y Carolina Sánchez, hija del Inmaculado Corazón de María.  

Presentado por Antonio Bellella, CMF, director del Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR), el coloquio comenzó señalando la importancia de caminar juntos como consagrados y consagradas, rescatando la importancia de decirle al Señor: «tu voluntad es mi alimento».   

Antes de dar paso a los tres testimonios de Vida Consagrada, Mons. Luis Ángel de las Heras, CMF, presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada (CEVC) y obispo de León, saludó a todos los consagrados y consagradas reunidos telemáticamente e invitó a seguir edificando una Iglesia sinodal. «El documento síntesis de la pasada asamblea sinodal nos anima a aprender unos de otros, a repensar nuevas estructuras, abrir nuevos caminos”, señaló el prelado.   

Asimismo, de las Heras, ex presidente de la CONFER, recordó que lo que no puede faltar en la identidad de los consagrados es “estar cerca de los pobres». «Si alguien nos pregunta qué hacemos aquí, podemos responder: Estamos en las cosas del Padre», apostilló.   

A continuación, Mª José Tuñón, ACI, directora de la CEVC, expresó su deseo de compartir con los demás “la alegría de quien se siente amado”, al tiempo que inició un momento de oración conjunta con un sentido especial: “Los consagrados tenemos que cultivar la oración, la espera activa del Señor, para podernos abrir a la novedad de Dios”, afirmó.   

BUSCAR A DIOS MISMO  

El primer testimonio fue el de la hna. Mª Teresa Pandelet, de las clarisas de Ávila, que comenzó dando testimonio de su carisma: “Francisco y Clara de Asís han marcado mi vida”. “Seguir a Jesús es una meta de nuestra vocación contemplativa; nuestra vocación no es otra que la de seguir las huellas que Jesús para llegar al pobre. Comprender el Evangelio es una forma de vida. No intentamos nada más que vivir el evangelio amando a Dios… igual que cualquier otro católico”, explicó.  

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre una consagrada contemplativa y un cristiano normal?, la hna. Teresa incidió: “La oración es clave en nuestra vida: no busca en Dios, busca a Dios mismo. La vida contemplativa está abierta a la realidad de nuestro mundo, no somos ajenas. No pretendemos escapar de los dramas de la vida humana, sino vivirlos intensamente. Nuestra oración se convierte en adoración, alabanza, súplica, agradecimiento».   

En un mundo cada vez más individualista, la vida sobria y sencilla de la vida monástica, se convierte en agua fresca y en ejemplo para todos. “La vida contemplativa quiere explicitar a los hombres de hoy que es preferible la solidaridad al egoísmo. Nuestra vida de fraternidad quiere mostrar que este amor fraterno no nace de la carne, sino que nace de Dios”, añadió.     

OBEDIENCIA Y LIBERTAD, PARADOJA DEL EVANGELIO  

Desde Pamplona escuchamos a Fr. Jesús Mª Galdeano, OP, vicario para la Vida Consagrada de Pamplona. El dominico reconoció que participar en este coloquio era en sí mismo un ejercicio de ‘obediencia’, puesto que no se reconocía el más indicado. Sin embargo, su testimonio fue fecundo para muchos asistentes al encuentro virtual. “El ‘hágase tu voluntad’, para los consagrados, es el horizonte; expresa la totalidad de nuestra entrega al Señor”, indicó. “Santo Domingo –mi fundador- predicó la gracia de Dios. Este rasgo de la búsqueda de la voluntad de Dios en comunidad es la médula de nuestra Orden”.   

En sus más de cincuenta años como religioso dominico, Galdeano ha vivido dificultades –sobre todo, explicó, durante los años iniciales de su formación- y también muchas alegrías. “Quizás por ello estoy hoy aquí, sintiendo que he vivido una vida plena, siguiendo la voluntad de Dios. El Espíritu me ha ungido a buscar la gracia de Dios”, declaró.  

En un momento de escasez vocacional, confesó que la suya fue espontánea. “Mi búsqueda de Dios se define por una fidelidad sencilla al señor y al servicio a los demás. Desde que tengo uso de razón quise ser misionero”, relató al tiempo que contaba anécdotas de su niñez, recordando a su abuelo dirigiendo el rosario en familia. A modo de conclusión recuperó, para reflexionar, una paradoja del Evangelio: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,23-24).  

HINNENI, AQUÍ ESTOY. GUENOITO, HÁGASE   

Carolina Sánchez, Hija del Inmaculado Corazón de María, consagrada secular de la Filiación cordimariana, cerró el trio de testimonios. “Imagino cuánto se ha reído Dios de mi durante toda mi existencia -’qué inocente, no sabes lo que te espera’-. Pero ha sido tan bueno conmigo, que no basta esta vida para dar gracias… Menos mal que tenemos toda la eternidad”, dijo.  

 “Cuántas veces habré rezado “aquí estoy”, “hinneni” en hebrero y “hágase”, “guenoito” en griego”, con la confianza plena en Dios”, explicó. En el relato de cómo descubrió su vocación, su “renacer”, indicó, lo que encontró no fue algo sino alguien: “fui testigo de una presencia amorosa que siempre había estado ahí, pero no me había percatado. Antes de esto, me pesaba una soledad opaca. No hice nada para recibir ese don, se me dio gratuitamente”, expresó.  

Sánchez quiso subrayar una idea de su fundador, Antonio Mª Claret: “Vivir así no se improvisa, nos construimos con las decisiones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida”, puntualizó.  

La guinda de este encuentro virtual la puso la hna. Simona Brambilla, ISMC, recientemente nombrada secretaria del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. La religiosa italiana despidió el coloquio con unas palabras, a modo de oración, desde Roma: “Señor, que tu voluntad respire en mi existencia. Soy toda tuya. Solo la consciencia del amor sincero de Dios puede abrirnos al deseo de ser su morada”.  

El evento fue producido por Católicos en Red y se emitió por el canal de YouTube de la CONFER. Puedes volver a verlo aquí.     

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